El poder de los límites desde el Mindfulness Parenting

¿Alguna vez te ha pasado que, en nombre del respeto, terminas cediendo más de lo que te gustaría?
¿Te cuesta sostener los límites en casa sin sentirte autoritario o culpable?

Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre algo fundamental en la crianza consciente: cómo contener sin controlar.
Y sobre todo, cómo el Mindfulness Parenting puede ayudarnos a hacerlo con amor, presencia y coherencia.

Mindfulness no es evitar el caos, es estar en él con conciencia

Muchos de nosotros fuimos educados desde la obediencia. Hacíamos lo que se nos decía, no porque lo comprendiéramos, sino porque temíamos las consecuencias. Aprendimos a regularnos desde el miedo, no desde el vínculo.

Afortunadamente, hoy hablamos de educación positiva y crianza respetuosa. Es un avance inmenso para nuestra sociedad, y lo necesitábamos.
Pero también hay un riesgo oculto que no siempre nombramos: confundir respeto con ausencia de límites.

El cerebro infantil necesita certeza, no ambigüedad

Cuando no marcamos límites claros, amorosos y consistentes, los niños pueden sentirse perdidos.
El cerebro infantil rechaza la incertidumbre: la interpreta como caos. Y en ese caos, no puede desarrollarse con seguridad.

Los niños no necesitan adultos que eviten el conflicto.
Necesitan adultos que sepan sostenerlo, con presencia, con firmeza y con cariño.

Contener no es controlar. Es ofrecer dirección sin miedo

La contención es clave.
No es lo mismo que rigidez. Contener es ofrecer refugio, no encierro.

Como dice Susan Bögels, educar con mindfulness no es solo estar presentes con nuestros hijos, sino también con nosotros mismos.
Significa observar nuestras propias reacciones sin juicio, y aprender a regularnos antes de intentar guiar a nuestros hijos.

Solo así podemos decir:
«Esto no está bien, pero estoy aquí contigo mientras aprendes.»
«Entiendo que no lo entiendas, y por eso estoy aquí, para ayudarte a entender.»

https://www.susanbogels.com/

Los límites también son respeto

Poner un límite claro, firme y amoroso no se opone al respeto.
Al contrario: es una de sus expresiones más profundas.

Porque educar con respeto no es decir “sí” a todo.
Es aprender a decir “no” con amor y con presencia, desde la seguridad interna que les da a nuestros hijos el saber que hay alguien al timón.

¿Y tú?
¿Cómo sostienes los límites en tu hogar?
¿Desde el miedo, la culpa… o la presencia?

https://vinkulapsicologia.com/servicios/terapia-infantil/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio